¿En qué se diferencia un libro manuscrito de un incunable?

Muy poco tienen que ver el uno con el otro. Posiblemente no sea nada nuevo para ti y ya conozcas la diferencia entre los libros manuscritos e incunables, pero no si no sucede así y desconoces su diferencia, sigue leyendo porque lo explicamos más abajo.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de manuscritos?

Un manuscrito es un texto escrito a mano, como su propia nomenclatura indica. El Diccionario de la RAE dice así en sus tres acepciones:

1. Escrito a mano

2. Texto escrito a mano, especialmente el que tiene algún valor o antigüedad, o es de mano de un escritor o personaje célebre.

3. Texto original de una publicación.

El manuscrito es un texto escrito en cualquier época, aunque normalmente se destaca el manuscrito cuando tiene un alto valor histórico, como ocurre con los Manuscritos Freising (siglo X). Sin embargo, también hablamos de manuscrito cuando mencionamos, por ejemplo, el texto original de Elegía, de Miguel Hernández.

Manuscritos Freising. Conformados por tres textos en dialecto esloveno (s. X). Fuente: Wikipedia.
Texto manuscrito de Elegía, de Miguel Hernández. Fuente: poesi.as

 

¿Qué son los libros incunables?

Se conoce como incunable el libro impreso con tipos móviles antes del año 1501. Es decir, aquellos libros publicados desde el momento en que Gutenberg imprimió su Biblia, hasta el 1 de enero de 1501.

Ahora bien, para entender mejor lo mencionado en el párrafo anterior tenemos que retroceder hasta mediados del siglo XV, cuando el orfebre alemán Johann Gutenberg puso en funcionamiento la primera imprenta de tipos móviles en Europa.

En el taller que creó Gutenberg en Maguncia se imprimió la primera obra en 1456, la conocida como Biblia de 42 líneas o Biblia de Mazarino. Con el tiempo, los socios y antiguos empleados del orfebre alemán se dispersaron por Europa desarrollando y enseñando a duplicar la palabra escrita.

En unos pocos años ya había otros talleres de impresión en Colonia, Augsburgo, Estrasburgo, y otras ciudades alemanas, y pronto en otros países como Italia, Francia, Inglaterra, Países Bajos y Portugal. De hecho, en el año 1500 ya había funcionando unas doscientas sesenta imprentas en Europa.

Se entiende entonces que la invención y desarrollo de la imprenta suponen un hito en la historia de la civilización, provocando una eclosión en la difusión del libro como nunca antes se había visto. De ahí que los primeros libros obtenidos con la imprenta de tipos móviles (los impresos desde 1456 hasta 1501) reciban el nombre de incunables (del latín incunabula, «en la cuna»), término atribuido a Hadrianus Janius, quien llamó a estos libros «prima artis [typographicae] incunabula» en 1588 en su obra póstuma Batavia.

En conclusión, tras la invención de la imprenta cada ejemplar de una misma edición impresa era exactamente igual al resto, a diferencia de los libros manuscritos que habían circulado hasta entonces (y que seguían haciéndolo), que estaban a merced de los errores en la copia o la traducción, y la idiosincrasia otorgada a cada ejemplar. Si bien los términos pueden causar cierta confusión y en apariencia ambos tipos también, en su ejecución radica su diferencia. 

Dónde localizar incunables en la actualidad

La colección más extensa de incunables en España la alberga la Biblioteca Nacional, donde están representadas las principales imprentas españolas y gran parte de las europeas. La colección cuenta con 2.298 ediciones incunables representadas por 3.159 ejemplares.

Con más de 20.000 copias de 9.742 ediciones impresas, la colección de incunables de la Biblioteca Estatal de Baviera no solo es la más grande de Alemania, sino que, tomando como medida el número de copias, es la colección más extensa de incunables de todo el mundo.

Otras muchas bibliotecas también cuentan con una colección más o menos abundante de incunables. Por suerte, muchas de ellas tienen los ejemplares digitalizados, y a un sólo clic podemos contemplarlos.

 

Hasta aquí la publicación de hoy. Si te ha gustado su lectura, seguramente también te interese esta otra sobre la edición contrahecha, los inicios de la piratería en el sector editorial. Y ante cualquier cuestión o sugerencia, no dudes en dejar más abajo tu comentario o escribir a info@universoescrito.com

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