Según las Directrices de la IFLA sobre la biblioteca escolar, «La biblioteca escolar es un espacio de aprendizaje físico y digital en la escuela, donde la lectura, la investigación, el pensamiento, la imaginación y la creatividad son un eje central en la transformación de la información en conocimiento por parte de los estudiantes y en su crecimiento personal, social y cultural».
Esta definición nos lleva a determinar que la biblioteca escolar es un pilar fundamental para construir una sociedad más informada, con mayor capacidad crítica y con más herramientas para desenvolverse en todos los ámbitos.
En nuestro país, la normativa sobre bibliotecas escolares se inicia con la Ley Orgánica 10/2002, de 23 de diciembre, de Calidad de la Educación, que sitúa a la biblioteca escolar como elemento clave en el fomento del hábito lector en estudiantes. Un año después, se dota a la biblioteca escolar de unas características mínimas a través del Real Decreto 1537/2003, en el que se establecen los fondos, equipos y la gestión de la biblioteca escolar.
En 2006, se le otorga a la biblioteca escolar un rol competente en el fomento lector y en facilitar el acceso a la información a la comunidad educativa con el artículo 113 de la Ley Orgánica 2/2006 de, 3 de mayo, de Educación. Dicha ley señala que «los centros de enseñanza dispondrán de una biblioteca escolar» y, además, atribuye a las administraciones educativas la labor de sostener su funcionamiento en los centros públicos.
La Ley de la Lectura, del Libro, y de las Bibliotecas, de 2007, además, responsabiliza a las administraciones educativas de las comunidades autónomas (CC.AA.) de la tarea de elaborar planes que doten de manera constante a las bibliotecas escolares. Finalmente, la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa, reitera lo establecido en la Ley Orgánica de Educación 2/2006.
Desde entonces y hasta la fecha, cabe mencionar el “Marco de referencia de las bibliotecas escolares”, publicado en 2011 por el Ministerio de Educación. Este documento ofrece orientaciones sobre el papel de la biblioteca escolar en el ámbito educativo, además de desarrollar aspectos relativos a la organización de recursos físicos, formación del profesorado, creación de redes de apoyo, entre otros, para garantizar el correcto desarrollo y estructuración de la biblioteca escolar.
La legislación estatal, a pesar del notable peso que otorgan las Directrices de la IFLA a las bibliotecas escolares, hace poca mención a las mismas, como acabamos de repasar. A continuación, vamos a detallar la legislación autonómica y directrices sobre bibliotecas escolares, o, en su ausencia, aquella que las refiera.
Legislación sobre bibliotecas escolares en las CCAA españolas. Fuente: elaboración propia.
En la anterior tabla se puede observar que todavía no hay ninguna ley autonómica específica en materia de bibliotecas escolares. Asoman diferentes instrucciones u órdenes enfocadas a estas bibliotecas, pero por lo general hemos podido referenciar legislación bibliotecaria genérica que en algún artículo apunta alguna cuestión sobre las escolares. En la Región de Murcia, ni siquiera la legislación genérica sobre bibliotecas las refiere. En cambio, en Andalucía, Cataluña y Extremadura ya han hilado un poco más fino en esta materia y tienen diferentes documentos específicos sobre las bibliotecas escolares.
Tras la revisión documental realizada, salta a la vista que la biblioteca escolar es una institución de poca relevancia en la legislación estatal y autonómica de nuestro país. Todavía hay que recorrer un largo camino para constituir un sistema de bibliotecas escolares bien articulado, pero, para ello hay primero que trazar dicho camino con el marco legislativo pertinente.
Para ampliar información sobre estos espacios, os recomendamos la lectura de esta publicación “¿Hacia dónde va (o debería ir) la biblioteca escolar?”, y de esta otra “12 razones que señalan la importancia de la biblioteca escolar”. Y no olvidéis que ante cualquier cuestión o sugerencia, podéis dejar vuestro comentario más abajo o escribir a info@universoescrito.com